domingo, 17 de abril de 2011

El primer gran duelo Real Madrid - Barcelona

A la sexta fue la vencida para un Real Madrid que llevaba, en los últimos años, cinco derrotas consecutivas contra el FC Barcelona.
Por ello, el resultado (1-1), que prácticamente sentencia la Liga, fue un empate con sabor a victoria.

El primer clásico, de los cuatro que se van a disputar en 18 días, dejó vislumbrar el alto nivel en el que están ambos equipos.
El conjunto blanco creó más ocasiones de gol y supo dificultar la perfecta triangulación del Barça, que aunque tenía el dominio del balón, no arriesgó tanto como su eterno rival, en un partido no ausente de polémica arbitral.

La novedad en el equipo blaugrana fue la vuelta como titular del capitán, Carles Puyol, que llevaba sin jugar desde el 22 enero y aunque, en el minuto 57 se retiró lesionado, podrá estar presente en el próximo encuentro de Copa del Rey, este miércoles, 20 de abril, en Mestalla (Valencia).

El Real Madrid, saltó al campo con sus jugadores habituales, con excepción de Özil, sabiamente reservado por Mourinho, por los muchos compromisos importantes que se avecinan.

La nota discordante del encuentro la protagonizó Albiol, expulsado al efectuar un penalti a Villa, al no controlar un balón frontal. Por ello, el central, se perderá el partido de Copa.

Y a penaltis se solucionó el desenlace final, anotados por las estrellas de ambos clubes que, además, rompieron sus maleficios: Messi, que nunca había marcado a un equipo dirigido por el entrenador luso y Cristiano quién, en toda su vida futbolística, tampoco le había hecho un gol al equipo culé.

Mourinho, que continúa con su mala relación con la prensa española, demostró que puede hacerle daño al Barcelona y por fin, los blancos, ya puede mirar al conjunto blaugrana de igual a igual.

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